Aunque pensemos que esta práctica sea realizar posturas, tal como lo propone Eddie Stern, el yoga es una práctica para nuestra mente.
Tristhana en sánscrito: Tri (tres) sthana (lugar): Cuerpo +respiración + mente
Para que una práctica sea integral entre cuerpo y mente se deben tener en cuenta estos tres ejes:
1-Las posturas que estabilizan el cuerpo
2- La respiración que equilibra el sistema nervioso
3- La mirada que aquieta la mente.
Sugiere este autor en su libro Una cosa sencilla, que mediante las posturas, la respiración y la atención enfocada se equilibran las funciones del sistema nervioso a través de la homeostasis: el sistema nervioso sabe lo que necesita y en que momento necesita ser corregido. Es un acto de equilibrio para nuestro cerebro, para el sistema nervioso y los mecanismos celulares: la práctica regular reestablecería las funciones que están desalineadas para recobrar un estado de balance.
Aquí sólo mencionaremos los drishtis que se relacionan con el eje mental del Tristhana.
Estos son los puntos de apoyo de la mirada (como por ejemplo la nariz, el entrecejo ó el ombligo).
La mente va hacia donde van los ojos. Cuando mantenemos los ojos quietos y los aflojamos también lo hace la mente. “Debido a que la retina crece del cerebro en línea directa con las células cerebrales, al enfocar los ojos (llevarlos a los drishtis) tenemos conexión directa con el cerebro donde se procesa el pensamiento”.
Entonces podemos calmar la mente a través de nuestros ojos. Los drishtis serían una poderosa herramienta para traer nuestra mente al momento presente.
Ejercicio de palmeo:
Frótate las palmas de las manos hasta que las sientas calientes. Apoya las manos ahuecadas sobre los ojos (sin presionar). Inhala y exhala haciendo foco en el entrecejo con los ojos cerrados cuantas veces lo necesites.
Esto relajará tu vista y por ende aquietarán tu mente en cualquier momento del día.
Si lo probaste… contame si te sirvió!
Con cariño,
Lucia